viernes, 27 de diciembre de 2013

Capítulo XVIII - ...Y hemos soñado quizás más de lo que deberíamos.



La vida… ¿qué es la vida? Es un tren en el que nos subimos en un instante cualquiera, y en el que viajamos hasta esperar llegar a nuestro destino, donde suben y bajan distintas personas que conocemos y consiguen marcarnos un antes y un después en nuestra corta existencia; en él hacemos varias paradas, conocemos lugares nuevos, y volvemos a entrar para proseguir nuestro camino cambiados, distintos, más adultos. Y cuando al fin hemos llegado a nuestro destino, toca despedirse de las personas que has conocido a lo largo del viaje, y decirles adiós para siempre.
La vida puede ser un túnel oscuro en el que nos encontramos completamente perdidos, y esperamos ver alguna luz por dónde poder salir y hallar la libertad.
Es un suspiro de amor, alegría o desesperación.
Es una montaña rusa dónde te puedes encontrar con numerosas curvas, con lugares altos y también bajos.
Es una buena maestra, que te enseña mil lecciones cada día, y si no te aprendes la lección, te la repite tantas veces como te sean necesarias.
La vida es un eterno desafío, como subirte a un Ring de boxeo y dar lo mejor de ti, luchar hasta que no te quedan fuerzas, protegerte de golpes y atacar lo más fuerte que sea posible, para lograr alzarte con la victoria.
Es una canción, donde cada letra esconde un sentimiento que te describe lo mejor posible en cualquier situación en la que te encuentres.
Es un misterio en el que tienes que ejercer como el mejor de los detectives para descifrar sus enigmas y descubrir pistas que te lleven a tu destino.
Es una meta con numerosos obstáculos en tu camino, donde tienes que esquivarlos todos, levantarte si tropiezas, acelerar o frenar cuando sea necesario, y disfrutar de tu victoria cuando la alcances.
La vida es un promesa llena de palabras, que espera que se conviertan en hechos.

Ahora se cierra un libro, pero comienza otro. Empieza un nuevo año cargado de ilusiones, de alegrías, de esperanzas… lleno de fuerza. Este 2013 ha podido ser el peor año de nuestras vidas, o quizás el mejor pero aún no nos hemos dado cuenta de ello. De todas formas, este año nos ha dejado miles de historias que contar; miles de anécdotas que narrar; miles de risas inesperadas, llantos y lágrimas liberadas; miles de recuerdos que recordaremos hasta nuestros últimos días; miles de sueños alcanzados o que esperan ser alcanzados; miles de fuerzas liberadas; miles de esperanzas para el nuevo año. Hemos podido conocer a muchas personas que han conseguido sacarnos una sonrisa en nuestros peores momentos, o quizás solo a una que ha logrado salvarnos la vida. Hemos aprendido numerosas lecciones valiosas para nuestro futuro, por las que son grandes tesoros. Hemos llorado y reído lo inimaginable, y hemos soñado quizás más de lo que deberíamos. Solo sé, que aunque halla sido el peor o el mejor año, estoy completamente segura de que nada de lo ocurrido será en vano. Las buenas acciones, los esfuerzos, y la buena fe, serán compensadas tarde o temprano. Tan solo hay que guardar las esperanzas, no tirar aún la toalla, y aprender de todas estas lecciones que hemos aprendido durante todo el año, y toda nuestra vida.

Me gustaría agradecer a todas las personas que han estado conmigo siempre, apoyándome y sacándome sonrisas cuando más lo necesitaba. Sin duda, son grandes personas, grandes joyas.
No tengo nada más que decir, creo que ya lo he dicho todo. Y así me despido, deseándoles a todos unas Felices Fiestas, y un Próspero Año 2014.


sábado, 21 de diciembre de 2013

Capítulo XVII- No estás aquí para complacer a nadie, solo para cumplir tu misión.


¿Para qué hemos venido al mundo?
¿Para tener una familia?, ¿para salvar vidas?, ¿para enseñar nuevos conocimientos?, ¿para ayudar a quien más lo necesite?, ¿ o para cambiar el mundo tal y como lo conocemos ahora? Cada persona tiene su propia misión: al nacer se le asigna, y muere cuando la ha cumplido. Todos nacemos por algo, para conseguir una meta muy importante de la cuál no somos conscientes del todo y pensamos que no la podemos conseguir, aunque siempre a estado más cerca de lo que nosotros pensamos: la felicidad.
Cuando pienses que nada te sale bien, que no vales nada, que estás triste y deprimido sin ninguna razón, o cuando todo lo ves negro, piensa que estás aquí por algo, y que tu momento aún no ha llegado, pero llegará. Algún día alcanzarás todas tus metas, encontrarás la verdadera felicidad, y lograrás cumplir tu misión.
 Todo llega a su tiempo. Disfruta de las oportunidades que te ofrece la vida, vive cada día como si fuera el último, sueña como si no existiera el mañana, y sobre todo, sonríe. Una sonrisa es capaz de derribar miles de muros y obstáculos que se interpongan en tu camino. 
Aun a veces no seas capaz de sonreír, inténtalo, aunque solo sea para ocultar tus problemas. Recuerda que la sonrisa más bella llega después de la lágrima más dolorosa. 
No estás aquí para complacer a nadie, solo para cumplir tu misión. Sé tu mismo, y sé feliz. 
Olvida las heridas, acepta los retos, supera los obstáculos, sonríe ante todo, y conseguirás hallar la felicidad. Pero sobre todo, tienes que ser fuerte. Nunca lo olvides.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Capítulo XVI- Al otro lado del miedo se esconde la libertad



Nada nos puede parar. Somos definitivamente libres de hacer lo que queramos. Solo hacemos caso de nuestro corazón; él sabe guiarnos por buen camino, porque él es el único que sabe que es correcto para nosotros. Él siempre está ahí, intentando llevarnos por el camino de la felicidad, de lo que realmente nos hace felices. Pero a veces, no escuchamos lo que nos dice el corazón. Pensamos en otras cosas para ocultar lo que él nos intenta decir. Y a menudo, no le hacemos caso por culpa del miedo. El miedo oculta las palabras del corazón y hace sentirnos inseguros de nosotros mismos. 
Él es el único que consigue pararnos y nos impide realizar o alcanzar nuestros sueños. Son tantas las puertas que dejamos sin abrir por miedo a arriesgar… Los sueños mueren por culpa del miedo. Tenemos miedo a equivocarnos, miedo a perder, miedo a sufrir, miedo a renunciar, miedo a morir, miedo a vivir,… Y por miedo a todo eso, nos estamos perdiendo los mejores momentos que nos presenta la vida.
Renunciamos a encontrar la felicidad por miedo a cometer un algún error; pero de los errores se aprende. Todo tiene algo bueno, algo positivo. Nada de lo que hagas será en vano.
Al otro lado del miedo se esconde la libertad. No dejes que el miedo controle tu vida.

domingo, 10 de noviembre de 2013

« Aprender a volar »



Y un día más, se encerró en su habitación y comenzó a llorar desconsoladamente sobre su cama. Siempre era lo mismo, lloraba hasta que su corazón no podía más, hasta que ya no le quedaban lágrimas. La almohada y las sábanas acababan empapadas, así que abría las ventanas de par en par hasta esperar que el viento las secara. Luego salía de su habitación sigilosamente, sin hacer ruido, hasta llegar al cuarto de baño. Allí se lavaba la cara y se volvía a maquillar para intentar estar como antes, para que nadie se diera cuenta de que había llorado. Antes de salir de allí, se miraba al espejo sonriendo e intentaba parecer una chica feliz, aunque en su cabeza las voces le decían: “ Nada de lo que hagas valdrá la pena. Eres una mierda y siempre lo serás siendo.” Las lágrimas volvían a reaparecer en su rostro, pero hizo todo lo posible para evitarlo.
Salió a la calle, necesitaba despejarse, olvidarlo todo, desaparecer del mundo por un tiempo. No quería ver a nadie, no quería volver a llorar. Solo deseaba perderse, encontrar un lugar perfecto para ella, dónde pudiera encajar sin sentirse una molestia, dónde sonreír sin ser criticada, dónde poder ser feliz.
Se puso en marcha. No sabía a dónde ir, pero necesitaba alejarse de ese lugar. Quería olvidarlo todo aunque solo fuese por unos minutos.
Sin detenerse en su camino, llegó a un gran parque repleto de árboles y flores. Buscó un buen sitio para descansar, alejado de ruidos y dónde nadie pudiera molestarla. Decidió acomodarse en el césped junto a un viejo roble. Cerró los ojos y vació su mente de pensamientos. Solo escuchaba el viento sacudiendo las hojas de los árboles y a los pájaros cantar. Pero, de un momento a otro, su cabeza empezó a llenarse de recuerdos, causándole el mismo dolor del que ella intentaba escapar. Y de nuevo, comenzó a llorar. Ya estaba harta de todo. Sentía que no tenía a nadie en el mundo, que estaba completamente sola, que nadie la valoraba la suficiente, que todo lo que hacía estaba mal… Pero ella se esforzaba para intentar ser cada día mejor; ella se esforzaba para ser feliz. Cada vez lloraba más y más. El dolor la mataba por dentro.

- Llorar no sirve para nada.

Sin darse cuenta, un anciano se había sentado cerca de dónde estaba ella, mientras que le daba de comer a las palomas.

-Sea lo que sea que te halla causado ese dolor, no sirve de nada que llores.- Continuó hablando.-

Se secó las lágrimas lo más rápido que pudo y se incorporó de nuevo. El anciano continuaba hablándole, aunque él estaba de espaldas hacia ella.

-Todo en esta vida es temporal: la felicidad, el amor, el dinero, el dolor,… Por eso hay que disfrutar el momento. Hay que ser feliz con lo que se tiene, valorar cada pequeño detalle de la vida, porque eso es en realidad el secreto de la felicidad. Hay que ser feliz con cualquier cosa, y aunque cueste un poco, hay que aprender a controlar el dolor, porque al fin y al cabo, no sirve de nada. Ah claro, y sobre todo, hay que aprender a volar. Sí, eso es, volar.

El anciano se levantó rápidamente del banco y le gritaba a las palomas mientras estas alzaban el vuelo.

-¡Volar, volar! ¡Eso es! Sed libres y buscad vuestra felicidad. – Les gritaba a las palomas.

Luego, cuando les perdió la vista, se giró hacia ella y, sonriéndole, le dijo:

-¿Y tú? ¿Vas a aprender a volar, o quieres quedarte tal y como estás?

lunes, 28 de octubre de 2013

Capítulo XV- Rendirse o luchar, tú decides.



La vida intenta ponernos a prueba día a día. Le gusta ver que nos esforzarnos para alcanzar una meta; le gusta vernos sufrir y llorar por haber perdido o no haber ganado algo; le gusta ver como nos las ingeniamos para superar un obstáculo difícil en nuestras vidas;… pero con todo ello solo quiere llegar a un único objetivo: ver si somos fuertes, si merecemos el regalo que ella nos ha ofrecido, una vida.
Ella quiere ver si somos auténticos luchadores que no se rinden pese a las circunstancias en las que nos encontremos, ya sea una enfermedad mortal, una falta económica, o una terrible soledad. Quiere ver si somos capaces de superar cada obstáculo que ella nos ponga en nuestro camino. Aunque a veces digamos: “¿Por qué me pasa esto a mi?” ;“¿Por qué mi vida es un desastre?” ;“¿Por qué vivo si todo me sale mal?”; piensa que la vida te pone un nuevo reto que superar. 
Y ella no quiere que te rindas, solo quiere ver que eres capaz de superar ese reto, ver que has conseguido lo que te has propuesto, ver que nada de lo que haces es en vano. 
Todo pasa por algo. Las casualidades no existen., por eso hay que pensar siempre en positivo. Hay que ver el vaso siempre medio lleno, nunca medio vacío. 
Si la vida ha decidido ponerte un obstáculo en tu camino, es porque sabe que tú puedes conseguirlo. No hay nada imposible. Solo hay que creer en uno mismo, tener fe y fuerza de voluntad.
 Si otras personas han conseguido superar miles de cosas, ¿ por qué tu no? Nadie es más que nadie, todos somos iguales. Por tanto, todos podemos luchar hasta el final.

domingo, 13 de octubre de 2013

<< Tu peor enemigo, está dentro de ti >>



-Acabo de ver a la mujer más guapa del mundo. –Le dijo él con una sonrisa de oreja a oreja.-
-Ah, ¿si?
-Sí, estás detrás de ti. Pero mírala con disimulo, que seguramente estará harta de que todos la miren. Te aseguro que es guapísima. –Le volvió a sonreír-

Ella se dio la vuelta poco a poco, con disimulo, tal y como él le había dicho. Entonces, cuando se dio la vuelta del todo, pudo ver que detrás de ella había un espejo… un espejo que la reflejaba.

-Te has equivocado, ahí no hay nadie. – Le contestó molesta-
-¿En serio no la has visto? Pues yo he visto reflejada en el espejo a la mujer más guapa del mundo.- Sonrió-

Ella no contestaba. Respiró profundamente y le dio un sorbo a su lata de Coca-Cola.
- No me gustan los halagos… - Dijo finalmente- Me hacen sentir incómoda.
- ¿Por qué?
Dejó la lata sobre la mesa y lo miró fijamente a los ojos.
-         Porque sé que todos me mienten.
-         Eso no es verdad y lo sabes.- Sonrió- Sabes que yo nunca miento.
-         No, no lo sé. No sé si mientes o no. Pero sé quien no miente nunca: el espejo. Él no miente porque no piensa, por tanto, me dice la verdad. Me dice la mierda que soy.
Un silencio los envolvió. Ella cogió su lata de nuevo, y le dio un sorbo mientras una lágrima le recorría la cara. Entonces él se levantó y se sentó junto a ella, le secó las lágrimas y le besó la mejilla.
-         Quizás el espejo no te pueda engañar, pero tus ojos sí. A quien verdaderamente ves cuando te miras en el espejo, es un espejismo… un espejismo que te quiere engañar, que te quiere hundir, y que te quiere hacer mucho daño. No dejes que ese espejismo se apodere de ti. Tú vales mucho más que toda esa mierda, no impidas que nadie te borre esa sonrisa tan perfecta de la cara nunca por favor.

Él la abrazó fuertemente, no quería verla sufrir, pero ya era demasiado tarde para ambos.

-Déjame por favor- Se apartó- Tú no sabes lo que se siente día tras día al mirarse al espejo y solo ver tus defectos. Y no, no es un espejismo, soy yo. Esa mierda que veo soy yo, y me duele. Me duele ver que no valgo para nada, que soy una completa inútil, que nadie me valora lo suficiente, y que todo lo que hago está mal. La mayor parte del tiempo estoy acompañada, pero es como si estuviera sola, porque no tengo a nadie en quien poder confiar, contarle todos mis miedos, y desahogarme con esa persona.- Volvió a llorar- Estoy completamente sola en este horrible mundo.
-         ¿Y yo? ¿Para que estoy yo aquí si no es para hacerte feliz?
-         Yo nunca voy a ser feliz, y menos así, con este maldito cuerpo- Se puso las manos sobre la cabeza.-
-         ¿Y piensas que una báscula va a conseguir hacerte feliz? Pues te equivocas. Y yo pienso hacerte feliz, quieras o no. Porque la verdadera felicidad consiste en disfrutar de los pequeños detalles del día a día, porque nunca sabes cuando será el final. Y yo pienso estar contigo siempre, no te pienso dejar sola. Pienso ayudarte para que te valores, y para que veas la perfecta mujer, tanto por dentro y por fuera, que tú eres.


lunes, 23 de septiembre de 2013

Capítulo XIV- “ Es tu vida, no la de ellos.”



Mucha veces nos preocupamos por las cosas que nos pueden llegar a decir los demás, como por ejemplo, si llevas un nuevo peinado piensas si le gustará a los demás o si, todo lo contrario, se reirán de ti. O si cambias de ropa, personalidad, estilo,… temes a como reaccionarán los demás.  Pero aunque a ti te guste, cambias solo para que no se “burlen” de ti. No se puede vivir con el miedo de como reaccionará el resto de la gente ante un cambio en tu vida. A la sociedad no le gusta que seamos diferentes, quiere que seamos iguales, como si todos fuésemos fotocopias de unos y otros. Y si alguien es diferente al resto, le insultan, le maltratan, se ríen de él/ella…
Es muy cruel que una persona luche para ser diferente, tener su propia personalidad, y que los demás actúen de ese modo. ¿Qué sería de este mundo si todos fuésemos iguales? Aún sabiendo esto, hay personas fuertes que nunca se rinden y siguen luchando para seguir siendo tal y como son.
Haz lo que a ti te gusta y te parece correcto, no lo que digan los demás, porque ellos no estarán ahí cuando tú necesites a alguien. Piensa que es tú vida, no la de ellos. Si eres feliz tal y como eres, nunca cambies, a pesar de que los demás digan lo contrario. Ellos te ayudarán a ser “mejor” a su manera, pero nunca te ayudarán a ser feliz contigo mismo. 
Eres libre de hacer lo que quieras con tu vida, de disfrutas sin límites, y de vivir a tu manera, no dejes que los demás te roben esa libertad.
Que nada ni nadie te impida ser tu mismo. La sociedad solo quiere verte caer, ver que no eres feliz y que te conviertas en la misma persona que son todos ellos.
Lucha por seguir siendo diferente, lucha por ser tú.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Capítulo XIII- Acciones del pasado que afectan al presente



Recuerdos, esos momentos que nos hacen reír o llorar recordándolos. Son tan fuertes, que consiguen controlarnos y hacernos olvidar todo lo que estamos haciendo para centrarnos en ellos en cualquier momento. Cuando vives algo que ha marcado tu vida, se transforma en un recuerdo que queda guardado en el corazón, y allí permanece oculto, olvidado, hasta que llegue el momento de salir de nuevo, para modificar nuestro presente. No lo podemos evitar, ellos están ahí, nunca se marchan, y son ellos los que deciden cuando deben salir y cuando no. Son acciones del pasado que, lo quieras o no, nos acaban afectando a nuestro presente. 
Hay dos tipos de recuerdos: los felices y los que queremos olvidar para siempre. Dentro de los felices destacan los momentos de nuestra infancia: nuestro primer juguete, nuestros amigos, las fiestas en familia, las risas y los juegos, los dibujos animados,…; y dentro de los que queremos olvidar, destacan las pérdidas de algún ser querido, las peleas, las enfermedades, los miedos,…
Todo lo que hemos vivido y lo que nos queda por vivir, se convertirán en recuerdos que nos seguirán siempre, por eso debemos aprender a convivir con ellos, adaptarnos y revivir aquellos momentos cuando sea necesario. No puedes cambiar el pasado, pero si el futuro. 
Es triste saber que tendemos a olvidar los momentos más felices y valiosos  para nosotros, y sin quererlo, no paramos de recordar aquellas cosas que no deberían de pasarse por la cabeza. 
No vivas de los recuerdos, son solo cenizas de buenos y malos momentos, solo aprende a aceptarlos tal y como fueron.

martes, 27 de agosto de 2013

Capítulo XII- Felicidad


Todos deseamos una cosa y tenemos una única meta a lo largo de nuestras vidas: ser felices. Pero, ¿ qué es en realidad la felicidad y dónde se encuentra? Hay personas que se pasan toda la vida buscando la felicidad, cuando en realidad la llevaban dentro todo el tiempo.
 La felicidad es darse cuenta de que nada es demasiado importante como pensábamos; es saber apreciar cada pequeño detalle de la vida; es amar, reír y vivir sin límites; la felicidad es sentir la libertad en la piel; es dar o salvar una vida; es haber alcanzado una meta; es superarse a sí mismo y aprender a valorarse; es vivir por los demás antes que por ti mismo; es recordar una bonita experiencia del pasado; es estar en armonía con los tuyos, con tu familia;… Y sobre todo, es saber perdonar. 
Tal vez a veces no la puedas ver, pero siempre se encuentra en el mismo sitio, nunca se marcha, tan solo es ocultada por los problemas, por lágrimas o por dolor, pero ella nunca se va. Tras haber solucionado esos problemas, secado esas lágrimas, y haber convertido el dolor en sonrisas, entonces las verás. La felicidad esta en ti mismo, si logras encontrarla, harás feliz a muchos más. 
Busca un lugar feliz dentro de ti, y esa felicidad logrará borrar el dolor. La felicidad es interior, no exterior, no dependemos de lo que tenemos, sino de lo que somos. Muchas personas pierden las pequeñas alegrías cuando esperan la verdadera felicidad. 
Por eso, la felicidad nunca la encontrarán aquellos que no saben apreciar lo que tienen.

miércoles, 14 de agosto de 2013

"Decidió que había llegado la hora de escapar."



Libre. Esa era la palabra que ocupaba toda su mente, la que producía un terrible eco en su cabeza, la que no podía dejar de pensar en todo el día, la que siempre había soñado hacer,… Esa era la palabra que lo resumía todo. Ella, una chica normal, del montón, atrapada en aquella sociedad tan cruel que la pisaba cada día. Solo podía escapar de ella por la noche, cuando dormía, solo en sus sueños. Y nunca quería despertar, nunca, porque sabía que si despertaba, volvería a estar atrapada de nuevo en aquella terrible sociedad. Pero no podía quedarse atrapada tampoco en sus sueños. Necesitaba vivir, salir, divertirse, no tener preocupaciones, no volver a llorar nunca más por la culpa de los demás, tenía que reír, bailar, viajar, ser feliz…Necesitaba ser libre por fin.

Siempre escondía su cabeza entre sus alas cuando tenía miedo, cuando algo le salía mal, cuando tenía ganas de morir. Casi todo el día estaba acompañada por su familia, por sus compañeros de clase, por sus amigas… Pero aún así, se sentía sola. En realidad no tenía a nadie con quien poder hablar, con quien poder contarle sus penas y sus tormentos, no tenía a nadie de confianza. Para ella ya no existía la felicidad. Todas sus sonrisas eran falsas, prefería sonreír en vez de dar tantas explicaciones. Era buena persona. Había algunos que la admiraban por como era, y otros que la odiaban por el mismo motivo. Y eso le dolía. Le dolía que las personas la odiasen, la pisasen, y la insultasen por ser buena persona, por callar las cosas, por no montar peleas, por preocuparse más por los demás que de sí misma. Pero ella no cambiaba, no podía. Ella trataba a las personas como le gustaría que la tratasen a ella, a pesar de que algunos no se lo merecían. 

Pero un día, decidió que era el momento de despertar de aquella pesadilla. Decidió que había llegado la hora de escapar. Se secó aquellas lágrimas que siempre le recorrían el rostro, sacó su cabeza que se encontraba ocultada por sus alas y se puso en pie. Respiró, pensó en lo que estaba apunto de hacer, e inspiró. Por primera vez, tenía una sonrisa en la cara verdadera. Se sentía feliz, y sobre todo fuerte. Y dio un paso hacia delante, firme, valiente, segura de sí misma. Ya no le importaban las burlas; ya no le importaban los insultos, ni los rechazos, ni los malos comportamientos, ni su soledad. Ya no le importaba nada. Solo le importaba conseguir ser feliz de una vez por todas.
Para ella, había llegado el momento de ser libre.

viernes, 2 de agosto de 2013

Capítulo XI- Como "El País De Nunca Jamás"



Sin darnos cuenta, el tiempo pasa mucho más rápido del que nosotros creemos, solo tenemos que cerrar los ojos y abrirlos de nuevo, y todo a cambiado. Ya nada es como antes, ya nada es igual, ya nadie llega a ser como era, todo pasa… todo cambia… todos crecemos.
 De niños deseamos crecer para ser adultos, deseamos ser alguien importante en la vida; y de adultos solo queremos volver a ser niños. Siempre he querido que existiera una máquina del tiempo que nos pudiera llevar otra vez a aquellos momentos felices que vivimos de niños, para vivirlos una y otra vez. O mejor aún, siempre he querido vivir como Peter Pan, en el país de nunca jamás, donde allí nadie crece y todos son niños felices, que juegan y se divierten, que no saben lo que son los problemas, que se pasan el día soñando sin conseguir un final, que sonríen por cualquier cosa. Pero esto son solo fantasías, ya que nuestra naturaleza es crecer y convertirnos en adultos.
La mayoría de las personas no cambian con el tiempo, solamente crecen. Y ese es el problema. Creen que han cambiado porque han crecido y ha llegado el momento de cambiar y de hacerse “adultos”, donde ya no se juega, donde ya nada es divertido, donde ya nada te hace feliz Pero, aunque crezcamos, no debemos de perder nunca el niño que llevamos dentro. Puede quedarse ahí, oculto, pero sigue ahí. Y debería de salir en el momento más oportuno, por ejemplo cuando estamos deprimidos, para olvidarnos de los problemas y conseguir hacernos sonreír de nuevo, con los recuerdos más queridos de nuestra infancia. Crecer no tiene porque significar abandonar la infancia… crecer no significa abandonar lo que una vez te hizo feliz. Por mucho que crezcamos, siempre soñaremos con un mundo en el que podíamos ser felices sin preocupaciones; siempre soñaremos con ser niños de nuevo.

domingo, 21 de julio de 2013

Capítulo X- Palabras con el poder del dolor



Día a día, los insultos han pasado a formar parte de nuestro vocabulario. Cada vez que nos enfadamos o algo nos sale mal siempre acabamos insultando, ya sea a quien sea, pero lo acabamos haciendo. Es algo espontáneo, y a veces los decimos sin darnos cuenta. Estamos tan acostumbrados a escucharlos y a decirlos que en ocasiones no somos conscientes de ello, ni tampoco nos fijamos en el dolor que podemos causar con ellos, ya sea queriendo o sin querer. Las palabras pueden llegar a tener más dolor que veinte puñetazos, sobre todo si la dice una persona importante para nosotros.
Pero para el quien lo dice solo es un insulto, “una broma” o una palabra sin significado, pero para quien lo recibe es lo que le quita las ganas de todo. Insultar no nos hace mejores, sino todo lo contrario. Insultando a una persona ,ya sea por su físico o no, no llegarás a ser mejor que ella. Cada uno es como es, con sus virtudes y defectos, y tenemos que aprender a respetarnos tal y como somos. A veces, las palabras “sin ofender” significan: “quiero insultarte pero sin que te enfades conmigo”, pero todo sería mejor si nos ahorrásemos tantos insultos, porque al fin y al cabo, ¿qué se gana con ellos? Nada, absolutamente nada, excepto mucho dolor para la persona que los recibe.
A nadie nos gusta que nos insulten. Con ellos solo conseguimos destrozarnos por dentro y sentirnos peores. Tardas segundos en insultar a una persona, pero quizás a ella le llevará toda una vida para reparar ese dolor. Por eso, piensa bien antes de insultar.

lunes, 15 de julio de 2013

Capítulo IX- Metas



Desde pequeños nos proponemos estudiar alguna carrera, hacer algo importante de mayores, llegar a ser alguien en el futuro… nos ponemos metas. Pero desgraciadamente, cuando te estás “haciendo mayor”, hay personas que tiran la toalla, porque consideran su meta “imposible” y creen que nunca podrán alcanzarla. Pero no, no hay nada imposible, solo hay que luchar por lo que quieres y nunca renunciar a tus sueños. Quien quiere algo, algo le cuesta, esto es así. Las cosas no te las pueden poner fáciles, y si algo es difícil, es porque realmente vale la pena. Tienes que tener fuerza de voluntad y sobre todo decirte a ti mismo: Si esa persona pudo, yo también puedo. Lo difícil se consigue, y lo imposible se intenta con todas tus fuerzas hasta conseguir hacerlo posible.
Una persona sin metas, es una persona sin futuro. Los fallos que se cometen a lo largo de la vida se deberían de usar como motivo para seguir intentando alcanzar tus metas, no como un pretexto o excusa. Y mientras mantengas la vista en tu meta, no habrá obstáculos que te detengan para conseguirla.
Los sueños, por muy lejanos o imposibles que nos parezcan, pueden ser posibles si te esfuerzas y nunca te rindes; si te caes, te vuelves a levantar las veces que hagan falta para seguir hacia delante. Si lo que queremos sería fácil de conseguir, las metas serían totalmente absurdas.
No dejes que los comentarios de los demás te hundan, tú sabes quien eres y todo lo que puedes conseguir si te lo propones.
Recuerda que el único que puede decir si eres capaz o no de realizar algo eres tú mismo, no los demás.
Nuestro esfuerzo por alcanzar una meta siempre dependerá de la importancia que esta tenga sobre nosotros.

domingo, 30 de junio de 2013

Capítulo VIII- Promesas



Hoy día, las promesas son simplemente palabras que han perdido su valor y que no tienen ningún significado. Hasta un “Hola” ha llegado a tener más valor que una promesa. Antes, cuando te prometían algo, lo hacía de verdad, y aquella persona hacía lo posible para hacer realidad lo que prometió. Ojala hoy siguiera igual.
Ese tiempo que desperdiciamos haciendo promesas deberíamos utilizarlo para comenzar a cumplirlas. Y todo sería mejor si las personas prometiéramos menos y demostrásemos mucho más. Duele ver que cuando te hacen una promesa, puedes esperar el tiempo que sea, pero sabes que nunca se podrá hacer realidad, porque esa persona olvidó lo que te prometió o no se esfuerza en conseguirlo. Las promesas no tienen ningún valor hasta que se cumplen. Cuando le recuerdas a alguien lo que en un día te prometió, te das cuenta de que lo que dijo solo fueron palabras sin sentido. No sé lo que es peor, hacer tantas promesas o creérselas…
Pero al igual que no puedes pedirle a un niño que se comporte como un adulto, tampoco puedes pretender que alguien entienda el daño que estás sufriendo por una promesa rota si esa persona no ha pasado por lo mismo que tú.
Las conversaciones viejas te enseñan que las promesas no se cumplen, y que un “no te quiero perder” es igual a un “te olvido mañana“.
Las promesas pueden significar cualquier cosa, pero cuando no se cumplen, no significan nada; y lo único que cumple la gente hoy en día son años, y no promesas.
Por eso, no hagas ninguna promesa a nadie si sabes que no la puedes cumplir. Te ahorrarás hacerle daño a esa persona.

martes, 25 de junio de 2013

Capítulo VII- Buena persona



Desgraciadamente, cuanto más buena persona eres con los demás, peor te tratan. No es justo que las personas más buenas reciban siempre los mismos palos. Los médicos, los bomberos, los profesores, las ONG, las familias, los amigos de verdad,… todos son buenas personas. . ¿Qué sería del mundo sin personas asín?



Pero en vez de agradecerles todo lo que hacen estas personas, la mayoría se dedican a lo contrario: las hacen sufrir, las pisotean, juegan con ellas, las utilizan,… Y de todos modos, estas buenas personas siempre sigue ahí. Siempre están dispuestas a ofrecerse para ayudar a todo el que lo necesite, hasta para ayudar al que más daño les ha hecho padecer. Pero hay algunos, que en vez de tomarlas por buenas personas, les consideran personas estúpidas que se conforman con todo, y a la que le puedes hacer daño mil veces. Hasta que un día, esa persona se canse de sufrir tanto por personas que no se lo merecen. Y entonces dirán: “No creía que eras asín”.



Pero ya será demasiado tarde, porque una cosa es ser buena persona, y otra cosa es dejarte pisotear por los demás. Las buenas personas son aquellas que hacen sus trabajos o ayudan a los demás porque les hace felices, no por ganar beneficios. Por todo ello, hay que agradecerles a todas esas personas cada pequeño detalle que hacen por nosotros, porque aunque nos parezca una tontería. Duele ver que te preocupes por los demás, y que los demás no se preocupen por ti. Ser buena persona no te asegura que los demás lo sean contigo, pero si demuestra que puedes ser mejores que ellos.


domingo, 16 de junio de 2013

Él consiguió lo que nadie había logrado: enamorarla.



Y entonces dejó escapar su último suspiro, a la vez que una lágrima corría por su rostro.
Cogió de nuevo aire, respiró profundamente y dijo:
-Volveré.
Ella, llorando de nuevo, le abrazó, como nunca jamás conseguiría abrazar a nadie.
-No quiero que te vallas (dijo finalmente).
-Lo siento, ya no puedo hacer nada más. Lo he intentado todo, pero no ha servido para nada.

En ese momento, ella se apartó de él bruscamente, lo cogió de los hombros, le miró a los ojos y le dijo:

-¿No serás idiota, verdad? En este poco tiempo que hemos estado juntos has conseguido lo que nunca nadie ha podido conseguir en años. Has conseguido hacerme feliz. Y todos tus pasos y esfuerzos, han valido la pena. ¿No lo ves? Contigo he aprendido lo que significa amar de verdad, pero si de verdad te importase, no te marcharías, porque quien de verdad te quiere nunca se va.

Él no se imaginaba que ella reaccionase de esa forma. No se había dado cuenta de que todos sus esfuerzos por enamorar a aquella chica por fin se habían hecho realidad. Y dejando caer una lágrima de nuevo, la besó profundamente, como si quisiera entrar dentro de ella, como si quisiera parar el tiempo, quería conseguir que esos segundos fueran eternos. Pero desgraciadamente, nada dura para siempre, y alejando los labios uno del otro, acabó diciendo:

-Tienes razón, si de verdad te quisiera no me marcharía. Hubiera hecho lo imposible para no separarme nunca de tu lado, pero no lo he hecho. Creí que nunca llegarías a sentir lo mismo que yo siento por ti. Por eso ahora me tengo que ir, porque quiero que seas feliz, y sé que conmigo no lo serás. Ya llegará alguien que cambien tu vida tarde o temprano, y te olvidarás de mí. Solo seré un dulce recuerdo que permanecerá en lo más profundo de tu corazón, hasta que por fin desaparezca de tu vida.

Ella, con la mirada fría, pero sin dejar de llorar, le pegó un fuerte puñetazo en el brazo.

-¡Ves como eres idiota! ¡No te das cuenta de que tú eres el único que ha conseguido cambiarme la vida! Nadie,… nadie volverá a quererme como tu lo has hecho, ni volveré a querer a nadie como te quiero a ti. Vamos, vete si quieres, pero para que te quede claro, nunca te podré olvidar, y seguiré pensando en ti todos los días de mi vida, sin saltarme ninguno. Y te esperaré, esperaré a que vuelvas, para demostrarte que unos jodidos kilómetros no me impedirán que deje de quererte.



Como parte final:
¡Hola queridos lectores! De vez en cuando, iré subiendo entradas como esta, que son pequeños textos que escribo para desahogarme. Hay días que publicaré capítulos ( como el de la infancia, la sociedad,...) y otros días publicaré estos pequeños textos, para tener un poco de todo. 
Eso era todo, muchas gracias por leer mi blog. Espero que os guste mucho:)
PD: Se aceptan ideas.

Cristina.

domingo, 26 de mayo de 2013

Capítulo VI: Pequeño y gran texto al amor


El amor es como el viento, no lo ves, pero lo sientes. Cuando te enamoras, es algo espontáneo, tu no decides de quien te vas a enamorar, ni el momento, ni el lugar en el que ocurra. Cuando te enamoras, lo único que sientes es querer estar con esa persona las 24 horas del día, abrazarla, sentirla a tu lado, no separarte de ella jamás, y sientes que eres feliz, pero solo cuando esa persona está, porque cuando se marcha, todo se llena de dolor.
A veces, esperamos mucho tiempo a que alguien llegue a nuestra vida, pero en ocasiones, la espera merece la pena. Hay personas que creen que las relaciones a distancia no son posibles por el simple hecho de que no puedes estar con esa persona, pero se equivocan, porque las relaciones a distancia muestran el verdadero significado del amor, y muestran que unos kilómetros no se interpondrán en el camino. La distancia solo separa cuerpos, no corazones. El amor es todo lo que merece la pena vivir, por lo que merece la pena luchar. Sabes que has encontrado a la persona ideal cuando no puedes dormir, o cuando todos tus sueños depende de ella. En el amor, todo es un continuo: “Si tu saltas, yo salto”.

lunes, 13 de mayo de 2013

Capítulo V: Música



Muchas veces, a lo largo del día, me hago una pregunta muy simple de pronunciar, pero difícil de responder: ¿Qué sería este mundo sin música? Imagina, como sería el mundo tal y como lo conocemos sin música y dime, ¿qué sería? Se me hace imposible de imaginar. Con el paso del tiempo, te das cuenta de que la música es el único “amigo” que está contigo para todo, es la que te anima en un duro momento, y es la que siempre, SIEMPRE, estará ahí para hacerte feliz.
La música es sinónimo de libertad, de tocar lo que quieras y como quieras, de vivir libremente sin nada que te moleste. Es la que consigue guiarte por buen camino, sin mirar nunca hacia atrás.
Cuando la escuchas, todos tus problemas, tus miedos, tus preocupaciones, desaparecen completamente, como por arte de magia. La música es el eco del mundo invisible, nació libre, y por eso su destino es conquistar la libertad. Gracias a ella se consigue “tocar” el cielo con tus propias manos. Sin música, la vida sería un error. El que escucha música cuando se siente solo, hace que su soledad desaparezca. Para mí, la música es mi vía de escape de este mundo. Y tendríamos que dar un aplauso, por esos momentos en los que piensas que todo está perdido, te colocas los cascos, y te sumerges en la música, pensando en lo maravilloso que es vivir. La música es como la vida, hay partes que te gustan y que quieres repetir, y otras que no, pero sabes que tarde o temprano se tendrá que acabar. Consigue calmarte cuando estás a punto de cometer un error. La música siempre tiene palabras perfectas para ti, te entiende, es la única forma de escapar del mundo y consigue subirte la autoestima
¿Te aburres? Música.
¿Estás mal? Música.
¿Estás bien? Música.
¿Estás escuchando música? Más volumen.
Querida música, gracias por ser la razón por la que sonreír.
 

domingo, 5 de mayo de 2013

Capítulo IV: Madres



Madre es aquella que habiendo 6 vasos de agua y 7 personas, dice que no tiene sed. Una madre solo quiere lo mejor para su hijo, aunque este piense que solo quiere molestarle. No se cómo,pero la mayoría de la gente que se encuentra en la adolescencia ( 13- 17 años),me incluyo, siempre nos pasamos los días peleándonos por cualquier tontería con ellas, con las personas que más nos quieren. Una madre es la mejor amiga que conocerás y la que nunca te fallará; es aquella persona que te da todo sin pedir nada a cambio y que te quiere a pesar de todo; es aquella que te animará a continuar aún cuando todos te hayan dicho que abandones; es la que te ve perfecta/o aunque digas lo contrario; madre es aquella persona que te demuestra su amor cada día, y es aquella que te quiere por encima de todo, por encima de su vida. Mi madre me enseñó durante nueve meses, que no hace falta ver a alguien para poderlo amar. Y yo me pregunto ,¿ por qué los niños /as se avergüenzan cuando sus madres les dan un beso delante de sus amigos? ¿Por qué avergonzarse de la persona que más te quiere y no para de demostrártelo? Teníamos que estar orgullos de tener a nuestra madre, por qué llegará el día que no esté, desgraciadamente , y ya todo será demasiado tarde. Las madres, que sin importarles el tiempo, los malos entendidos, la distancia, o cualquier contratiempo, siempre estará ahí para ayudarte. Siempre.  Cuando ves llorar a tu madre, te sientes la persona más miserable del mundo y deseas que no llore nunca más. Y eso es lo que también sienten las madres cuando ven llorar a sus hijos. Madre solo hay una, demuéstrale cada día lo que la quieres y hazla feliz, al igual que ella hizo contigo. Frase que lo resume todo : “A los 5 años: te quiero mami. A los 13: Te odio. A los 25:Ella tenía razón. A los 65 : Ojalá estubiera aquí.”
Aprovecha cada momento que tengas para demostrarle todo tu cariño a tu madre, porque recuerda, si no es por ella, hoy no estarías aquí. ¡Feliz día de la madre!


domingo, 21 de abril de 2013

Capítulo III-Aprecia cada pequeño detalle

La vida pasa más rápido de lo que parece pasar, y nunca nos paramos a valorar pequeños detalles que nos pasan a lo largo del día sin darnos cuenta.Hay que valorar sobre todo a la familia y a los buenos amigos, ya que ellos te regalan su tiempo,y eso es algo que nunca se podrá recuperar.Yo siempre estoy ahí para los demás,para todo lo que necesiten,porque sé lo que se siente no tener a nadie quien te ayude,y eso duele.Por eso soy la típica tonta que ayuda a todo el mundo;que saluda a la gente sin conocer;que se presta voluntaria para acompañar a la gente;la que hace trabajos manuales  de vez en cuando a sus mejores amigos pero que luego nadie valora, a pesar de todo el esfuerzo añadido;... pero a pesar de todo no cambio,porque no me gusta ver mal a las personas que aprecio,aunque ellos no me aprecien tanto como yo a ellos.Las únicas personas que necesitas en tu vida son aquellas que te han demostrado que te necesitan en la suya.Imagínate por un momento que tienes un accidente,y esas personas que considerabas que no eran tus amigos,empiezan a preocuparse por tí y a darse cuenta todo lo que has hecho por ellos.Y esto ocurre porque,desgraciadamente,tendemos a valorar las cosas cuando estamos a puntos de perderlas,porque no estamos acostumbrados a valorar los detalles que cada persona hace por nosotros.Una verdadera amistad es faltar,y que se note la ausencia,es llorar y ver que duela,es estar ahí en lo bueno y en lo malo,y es conseguir que un error se convierta en una experiencia.Los amigos son aquellos que se cuentan con los dedos de la mano,y no con números,porque a la hora de la verdad,solo tienes a una o dos personas como máximo que se preocupen por tí de verdad.Pero sentirte solo no quiere decir que nadie se preocupe por tí.Solo hay que mirar hacia atrás y ver a la gente que está ahí contigo siempre,para lo bueno y lo malo.A veces duele perdonar,porque esa persona no se merece que la perdones,pero aun así lo haces,por tener miedo de perderla.Amigo es aquel que te levanta cuando los demás no saben que te has caído.Y si alguien no te aprecia,es porque no pudo llegar a conocerte.Todo el mundo aprecia a alguien,pero por culpa de esta sociedad,ya nada es lo que era.Ya nadie aprecia los detalles como antes.Un verdadero amigo jamás se interpondrá en tu camino,a no ser que vallas cuesta abajo.Él solo quiere lo mejor para tí,igual que tú quieres lo mejor para él.Lo mejor de todo sería evitar las peleas,aprovechar el tiempo y sobre todo ser feliz con esa persona,ya sea mejor amigo/a ,tu madre,padre o hermano.Pero recuerda:Aprecia lo que tienes antes de que sea tarde.


sábado, 13 de abril de 2013

Capítulo II-Infancia



Ojalá existiera una máquina del tiempo,para regresar al pasado y revivir nuestra infancia.Cuando eramos pequeños deseábamos crecer,ser más grandes,ser mayores.Pero ahora,cuando eres "mayor" solo deseas volver a ser niño.De pequeños teníamos momentos en los que mirábamos debajo de la cama para ver si había monstruos;momentos en los que preferíamos pintar con los dedos en vez de con pinceles;momentos en los que papá o mamá se salían del coche y tú te colocabas en el asiento del conductor y figías que conducías;cuando estaba perdiendo en un juego lo apagaba y volvía a empezar;cada día dormía con un peluche diferente,para que ninguno se sintiera solo;me gustaba hacerme la dormida para que mi padre me llevara en brazos hasta la cama;miraba las gotas de lluvía en el cristal de la ventana y hacía como si fuera una carrera de fórmula 1;me divertía con mi imaginación y no con consolas ni Internet;mi máximo miedo era no poder encontrar un columpio vacio en el parque y tener que esperar a quien lo estuviera utilizando;me gustaba tocar un timbre y salir corriendo,y ya cuando estaba bien lejos,sentirme una delicuente juvenil;me colocaba tatuajes de pegatinas que venían en los paquetes de gusanitos y me hacía sentir rebelde;me sentaba en los sillones de las oficinas que tenían ruedas y los hacía girar como si fuesen un columpio; lo único que nos hacía correr como locos era la frase "el último en llegar es un huevo podrido"; la palabra "Adiós" significaba hasta mañana;el mejor regalo del mundo era un beso de mi madre;las peleas con mi hermano/a eran una guerra de almohadas;los únicos problemas que tenía eran los que me ponían mi maestro de matemáticas;siempre me gustaba jugar con mis amigos a los papás y a las mamás,donde mis peluches eran como mis hijos;mi mayor preocupación era salirme de las líneas al colorear;cuando me caía me soplaba en la herida y me volvía a levantar para seguir jugando;en los viajes largos siempre me dormía en el coche;en los días fríos echaba mi aliento al aire y hacía parecer que estaba fumando;cuando tenía un globo lo lanzaba arriba y corría para que no tocase el suelo;me gustaba "traficar" los cromos que tenía repetidos y cambiarlos por otros nuevos;tenía un amigo imaginario con el que me pasaba las 24 horas del día;la sensación más maravillosa del mundo era entrar en una tienda llena de peluches;volar significaba para mí columpiarme muy alto;cerraba la puerta de la nevera despacio para ver como se apaba la luz;me ataba una toalla al cuello y hacía como si fuese un super-héroe;me acercaba al ventilador y hablaba para hacer que mi voz pareciese la de un robot;la muerte solo significaba tener que reiniciar el tamagochi;siempre creí que existía Santa Claus,los Reyes Magos o el Ratoncito Pérez;mis padres siempre me decían que si no me dormía pronto,el Coco vendría a por mí;me metía dentro de las cajas vacías y hacía como si fuesen un barco de piratas;mi mayor logro fue quitarle las ruedas pequeñas de mi bici;pensaba que la luna perseguía mi coche;... y desgraciadamente todos estos recuerdos no podrán revivirse.Las infancias de ahora no son como las de antes,porque ahora los niños empiezan a fumar con 12 años,tienen consolas y móviles a los 8,creen sufrir por amor a los 11....y lo único que quieren es ganar madurez,la cual llega sola,pero en realidad lo único que ganan es perder la infancia,la cual nunca vuelve.

lunes, 8 de abril de 2013

Capítulo I-Sociedad



Aunque digamos lo contrario,no somos libres.Vivimos esclavizados a la sociedad que nos rodea,vivimos esclavizados a las modas.Todo el mundo tiene un modelo a seguir,y cuando ese modelo se hace popular,mucha gente se dedica a seguirlo,hasta conseguir una moda.Pero si hay alguien que prefiere no seguir a ese modelo,ya sea porque no le gusta o prefiere otro,lo toman como un bicho raro,como un cero a la izquierda.Y se ríen de él/ella porque no es como ellos,porque no viste igual o porque tiene otra manera de pensar... y en realidad tiene que ser esa persona la que se ría de ellos,por ser todos iguales.¿Qué seríamos todos nosotros si fuésemos todos iguales,si vestiéramos igual,si tendríamos el mismo pensamiento o los mismos gustos?Muy fácil,no tendríamos personalidad.Y eso es lo que les pasa a muchas personas.Pierden sus gustos,sus aficiones,su manera de pensar,... solo porque "no es la moda",y eso le hace perder su personalidad,y cuando la pierdes,cuesta mucho recuperarla.Yo soy rara,sí lo admito,pero ¿rara por qué?¿Por no drogarme,por no fumar,por no beber o por no ser el estereotipo perfecto de esta sociedad?¿Soy rara por tener ídolos,por escuchar el tipo de música que A MÍ me gusta y no la que está de moda o por sacar buenas notas? ¿O soy rara solo por no sacarme fotos con poca ropa o por vestirme como amí me gusta y como mejor cómoda este?Si eso es ser rara está bien,porque prefiero ser yo a ser la chica que todo el mundo desea.Pero si a tí te gusta como eres,sige así,porque es TU vida y no la de los demás,digan lo que digan.Ser distinto no es más que ser único,...no es más que ser especial.La sociedad te puede convertir en un monstruo,pero debes aprender a sobrevivir.Ahora la mayoría de las personas prefieren ir por la vida criticando a los demás,pero por favor,antes de criticar entiende porque lo haces,porque esa persona que criticas puede tener muchísimos problemas,y en vez de ayudarlo/a ,lo único que consiguen es hacer que su vida sea más mierda aún.¿Te gustaría que cada cosa que hagas,cada paso que dés o cada palabra que digas,te critiquen?No,¿verdad?Eso no le gusta a nadie.Pero hay personas que no entienden esto,y tendrían que ponerse en el lugar de la persona que critican,para entender como se sienten.La mayoría de las veces la sociedad consigue destrozar los sueños de las personas.Vivimos en una sociedad en que mentir se convirtió en una rutina,traicionar en un juego y ser hipócrita en un pasatiempo.Todo esto crea problemas,para que nuestras sonrisas no sean expuestas y en vez de eso se creen caras largas y lágrimas en nuestro rostro producidas por las críticas,causantes de grandes tempestades en nuestras vidas.
Nadie,absolutamente nadie tiene que decirte lo que tienes que hacer,decir o sentir,porque existe una cosa que está bastante olvidad que se llama personalidad,que todos tenemos,y da igual que seas hippie,hipster,gay o swaggie,porque eres persona,como otro cualquiera.No importa lo que somos,siempre seremos iguales,por muchas diferencias que existan.La única "ventaja" de vivir en esta sociedad es que no te recuerdan por las veces que fracasastes,sino por esas veces que tuvistes éxito.Y estás son las críticas más comúnes de hoy en día:
¿Llebas escote?Puta.
¿Vas tapada hasta el cuello?Aburrida.
¿Estudias mucho?Empollona.
¿No estudias?No tienes futuro.
¿Fumas?Yonki.
¿Bebes?Alcohólica.
¿Comes mucho?Gorda.
¿No comes?Anoréxica.
¿Llevas piercing?Choni.
¿Dices que no vales nada?No te valoras.
¿Dices que te gustas a tí misma?Eres una creída.
¿No vas vestida como los demás?No vas a la moda.
¿Vas vestida como los demás?Eres una copiona.
Y ahora me pregunto yo,¿qué mierda es esta?La sociedad de hoy en día.