viernes, 28 de marzo de 2014

Capítulo XXI- Tus sueños acabarán luchando por ti.



Quizás pienses en estos momentos que nada de lo que estás haciendo tiene sentido, que tarde o temprano no servirá de nada tanto esfuerzo y trabajo, que toda la lucha y la fuerza aplicada es en vano, que nunca mejorarán las cosas, que no conseguirás alcanzar tus metas, que aunque te esfuerces todo te sale mal, que el amor no está hecho para ti, que la felicidad está fuera de tu alcance, que la vida es demasiado dura con las personas que no lo merecen, que eres invisible y nadie te aprecia lo suficiente, que te ahogas en tu propio mar de lágrimas cuando las cosas van mal en vez de buscar una solución, y que a veces la vida no sigue, tan solo pasan los días. Así sin más, sin nada nuevo, sin nada motivador, sin nada que te impulse a seguir adelante. Es cierto que la vida es en ocasiones muy dura con las personas que menos daño merecen, pero ten en cuenta una cosa, que todo pasa por algo. No puedes pararte a pensar que porqué a ocurrido algo o porqué no ha pasado lo que esperabas. Es más, no debes de buscar los porqués. Las cosas pasan porque tienen que pasar. Aunque ahora no lo veas, todo tiene un significado. Tarde o temprano todo lo malo acabará convirtiéndose en bueno. Sé que cuesta creer en ello pero es así. La vida nunca dejará de sorprendernos.
Los obstáculos no dejarán de interponerse en tu camino, pero no por eso debes abandonar. Atrévete a dar un paso hacia delante, a luchar con todas tus fuerzas, para alcanzar tu meta. La vida solo se acaba cuando dejas de soñar, la esperanza cuando dejas de creer, y el amor cuando dejas de cuidarlo. Si luchas por tus sueños, tus sueños acabarán luchando por ti.
Nunca dejes de luchar por algo que realmente quieres. Es duro perder o esperar, pero más duro aún es el arrepentimiento por no haberlo al menos intentado. Recuerda que vale la pena luchar por lo que vale la pena tener. No hay límites para quien lucha hasta el final. Y aunque crees que nadie te apoya en tu camino, que tienes más enemigos que amigos, que estás totalmente solo,… sonríe. Las sonrisas son las armas más poderosas.
No olvides que la vida no está hecha para entenderla, sino para vivirla intensamente.

domingo, 2 de marzo de 2014

« Cascos, música, libros… y libertad. »



Nada más llegaba a casa después de un duro día de instituto y lo primero que hacía era coger sus cascos, su móvil, su libro favorito y su bicicleta. Luego montaba en ella, buscaba su canción favorita y se sumergía en la dulce melodía mientras se dirigía a la colina del árbol solitario que había a la salida del pueblo. Sin duda aquella colina era para ella el mejor lugar del mundo, donde podía estar sola y únicamente con su música y sus mundos de fantasía. No había nada mejor en el mundo que eso, un buen lugar para estar con un buen libro y una buena canción… eso era el paraíso. Mientras montaba en su bicicleta, el viento le acariciaba suavemente las mejillas, y le susurraba dulcemente al oído a la vez que el sonido se mezclaba con la melodía de su canción. Cuando llegaba a la colina, colocaba la bicicleta aún lado y se acurrucaba a los pies del gran árbol junto con su libro y su música. Y pasaban los segundos, los minutos y las horas, y ella no se percataba de que el tiempo seguía. Estaba tan sumergida en su paraíso que le daba igual todo lo que pasase a su alrededor. Su mundo era solamente su libro y su buena música. Lo demás solo era el mundo de los demás, no el de ella. No le hacía falta viajar más lejos de donde ya se encontraba, ya que tenía todo lo que le hacía falta. Aquel libro le podía transportar hacia el lugar y la época que ella deseara. Y aquella música era su fiel compañera que jamás de los jamases la abandonaría por nada de lo que pasase. Ella era feliz así, en su mundo ideal. Quizás esa era una de las razones por la que los demás la trataban como una “chica rara”, porque ella era diferente a ellos.
A los demás le gustaban las fiestas hasta las 9 de la mañana , beber hasta no ser persona, la adrenalina que se segrega tras una pelea , la locura de hacer cosas sin pensar , el tabaco, las malas formas,…
Para ella, su fiesta era cada página que leía, su bebida cada canción que oía, su adrenalina el viento acariciándole las mejillas, su locura caminar sin rumbo alguno, su tabaco la inspiración del olor a libertad…
En su día a día estaba completamente sola, nadie quería estar con ella. Pero realmente le daba igual, porque al llegar a casa le estaba esperando su bicicleta, su libro, sus cascos y su música. Y aquello era lo que verdaderamente importaba, que ella era feliz así.
No iba a cambiar por complacer a nadie porque… ¿ si ella era feliz en su mundo de fantasía, para que cambiar?

Que nunca nadie te diga qué puedes y qué no puedes hacer, porque es tu vida, tu forma de disfrutar del mundo. Es tu fantasía y tu felicidad, no dejes que nadie se interponga en tu camino. Si hay algo que realmente te hace feliz, persíguelo y no lo dejes escapar, aunque los demás te digan lo contrario.
Solo tienes que creer en ti.