domingo, 30 de junio de 2013

Capítulo VIII- Promesas



Hoy día, las promesas son simplemente palabras que han perdido su valor y que no tienen ningún significado. Hasta un “Hola” ha llegado a tener más valor que una promesa. Antes, cuando te prometían algo, lo hacía de verdad, y aquella persona hacía lo posible para hacer realidad lo que prometió. Ojala hoy siguiera igual.
Ese tiempo que desperdiciamos haciendo promesas deberíamos utilizarlo para comenzar a cumplirlas. Y todo sería mejor si las personas prometiéramos menos y demostrásemos mucho más. Duele ver que cuando te hacen una promesa, puedes esperar el tiempo que sea, pero sabes que nunca se podrá hacer realidad, porque esa persona olvidó lo que te prometió o no se esfuerza en conseguirlo. Las promesas no tienen ningún valor hasta que se cumplen. Cuando le recuerdas a alguien lo que en un día te prometió, te das cuenta de que lo que dijo solo fueron palabras sin sentido. No sé lo que es peor, hacer tantas promesas o creérselas…
Pero al igual que no puedes pedirle a un niño que se comporte como un adulto, tampoco puedes pretender que alguien entienda el daño que estás sufriendo por una promesa rota si esa persona no ha pasado por lo mismo que tú.
Las conversaciones viejas te enseñan que las promesas no se cumplen, y que un “no te quiero perder” es igual a un “te olvido mañana“.
Las promesas pueden significar cualquier cosa, pero cuando no se cumplen, no significan nada; y lo único que cumple la gente hoy en día son años, y no promesas.
Por eso, no hagas ninguna promesa a nadie si sabes que no la puedes cumplir. Te ahorrarás hacerle daño a esa persona.

martes, 25 de junio de 2013

Capítulo VII- Buena persona



Desgraciadamente, cuanto más buena persona eres con los demás, peor te tratan. No es justo que las personas más buenas reciban siempre los mismos palos. Los médicos, los bomberos, los profesores, las ONG, las familias, los amigos de verdad,… todos son buenas personas. . ¿Qué sería del mundo sin personas asín?



Pero en vez de agradecerles todo lo que hacen estas personas, la mayoría se dedican a lo contrario: las hacen sufrir, las pisotean, juegan con ellas, las utilizan,… Y de todos modos, estas buenas personas siempre sigue ahí. Siempre están dispuestas a ofrecerse para ayudar a todo el que lo necesite, hasta para ayudar al que más daño les ha hecho padecer. Pero hay algunos, que en vez de tomarlas por buenas personas, les consideran personas estúpidas que se conforman con todo, y a la que le puedes hacer daño mil veces. Hasta que un día, esa persona se canse de sufrir tanto por personas que no se lo merecen. Y entonces dirán: “No creía que eras asín”.



Pero ya será demasiado tarde, porque una cosa es ser buena persona, y otra cosa es dejarte pisotear por los demás. Las buenas personas son aquellas que hacen sus trabajos o ayudan a los demás porque les hace felices, no por ganar beneficios. Por todo ello, hay que agradecerles a todas esas personas cada pequeño detalle que hacen por nosotros, porque aunque nos parezca una tontería. Duele ver que te preocupes por los demás, y que los demás no se preocupen por ti. Ser buena persona no te asegura que los demás lo sean contigo, pero si demuestra que puedes ser mejores que ellos.


domingo, 16 de junio de 2013

Él consiguió lo que nadie había logrado: enamorarla.



Y entonces dejó escapar su último suspiro, a la vez que una lágrima corría por su rostro.
Cogió de nuevo aire, respiró profundamente y dijo:
-Volveré.
Ella, llorando de nuevo, le abrazó, como nunca jamás conseguiría abrazar a nadie.
-No quiero que te vallas (dijo finalmente).
-Lo siento, ya no puedo hacer nada más. Lo he intentado todo, pero no ha servido para nada.

En ese momento, ella se apartó de él bruscamente, lo cogió de los hombros, le miró a los ojos y le dijo:

-¿No serás idiota, verdad? En este poco tiempo que hemos estado juntos has conseguido lo que nunca nadie ha podido conseguir en años. Has conseguido hacerme feliz. Y todos tus pasos y esfuerzos, han valido la pena. ¿No lo ves? Contigo he aprendido lo que significa amar de verdad, pero si de verdad te importase, no te marcharías, porque quien de verdad te quiere nunca se va.

Él no se imaginaba que ella reaccionase de esa forma. No se había dado cuenta de que todos sus esfuerzos por enamorar a aquella chica por fin se habían hecho realidad. Y dejando caer una lágrima de nuevo, la besó profundamente, como si quisiera entrar dentro de ella, como si quisiera parar el tiempo, quería conseguir que esos segundos fueran eternos. Pero desgraciadamente, nada dura para siempre, y alejando los labios uno del otro, acabó diciendo:

-Tienes razón, si de verdad te quisiera no me marcharía. Hubiera hecho lo imposible para no separarme nunca de tu lado, pero no lo he hecho. Creí que nunca llegarías a sentir lo mismo que yo siento por ti. Por eso ahora me tengo que ir, porque quiero que seas feliz, y sé que conmigo no lo serás. Ya llegará alguien que cambien tu vida tarde o temprano, y te olvidarás de mí. Solo seré un dulce recuerdo que permanecerá en lo más profundo de tu corazón, hasta que por fin desaparezca de tu vida.

Ella, con la mirada fría, pero sin dejar de llorar, le pegó un fuerte puñetazo en el brazo.

-¡Ves como eres idiota! ¡No te das cuenta de que tú eres el único que ha conseguido cambiarme la vida! Nadie,… nadie volverá a quererme como tu lo has hecho, ni volveré a querer a nadie como te quiero a ti. Vamos, vete si quieres, pero para que te quede claro, nunca te podré olvidar, y seguiré pensando en ti todos los días de mi vida, sin saltarme ninguno. Y te esperaré, esperaré a que vuelvas, para demostrarte que unos jodidos kilómetros no me impedirán que deje de quererte.



Como parte final:
¡Hola queridos lectores! De vez en cuando, iré subiendo entradas como esta, que son pequeños textos que escribo para desahogarme. Hay días que publicaré capítulos ( como el de la infancia, la sociedad,...) y otros días publicaré estos pequeños textos, para tener un poco de todo. 
Eso era todo, muchas gracias por leer mi blog. Espero que os guste mucho:)
PD: Se aceptan ideas.

Cristina.