Y entonces dejó escapar su último suspiro, a la vez que una
lágrima corría por su rostro.
Cogió de nuevo aire, respiró profundamente y dijo:
-Volveré.
Ella, llorando de nuevo, le abrazó, como nunca jamás
conseguiría abrazar a nadie.
-No quiero que te vallas (dijo finalmente).
-Lo siento, ya no puedo hacer nada más. Lo he intentado
todo, pero no ha servido para nada.
En ese momento, ella se apartó de él bruscamente, lo cogió
de los hombros, le miró a los ojos y le dijo:
-¿No serás idiota, verdad? En este poco tiempo que hemos
estado juntos has conseguido lo que nunca nadie ha podido conseguir en años. Has
conseguido hacerme feliz. Y todos tus pasos y esfuerzos, han valido la pena.
¿No lo ves? Contigo he aprendido lo que significa amar de verdad, pero si de
verdad te importase, no te marcharías, porque quien de verdad te quiere nunca
se va.
Él no se imaginaba que ella reaccionase de esa forma. No se
había dado cuenta de que todos sus esfuerzos por enamorar a aquella chica por fin
se habían hecho realidad. Y dejando caer una lágrima de nuevo, la besó
profundamente, como si quisiera entrar dentro de ella, como si quisiera parar
el tiempo, quería conseguir que esos segundos fueran eternos. Pero
desgraciadamente, nada dura para siempre, y alejando los labios uno del otro,
acabó diciendo:
-Tienes razón, si de verdad te quisiera no me marcharía. Hubiera
hecho lo imposible para no separarme nunca de tu lado, pero no lo he hecho. Creí
que nunca llegarías a sentir lo mismo que yo siento por ti. Por eso ahora me
tengo que ir, porque quiero que seas feliz, y sé que conmigo no lo serás. Ya
llegará alguien que cambien tu vida tarde o temprano, y te olvidarás de mí. Solo
seré un dulce recuerdo que permanecerá en lo más profundo de tu corazón, hasta
que por fin desaparezca de tu vida.
Ella, con la mirada fría, pero sin dejar de llorar, le pegó
un fuerte puñetazo en el brazo.
-¡Ves como eres idiota! ¡No te das cuenta de que tú eres el único
que ha conseguido cambiarme la vida! Nadie,… nadie volverá a quererme como tu
lo has hecho, ni volveré a querer a nadie como te quiero a ti. Vamos, vete si
quieres, pero para que te quede claro, nunca te podré olvidar, y seguiré
pensando en ti todos los días de mi vida, sin saltarme ninguno. Y te esperaré,
esperaré a que vuelvas, para demostrarte que unos jodidos kilómetros no me
impedirán que deje de quererte.
Como parte final:
¡Hola queridos lectores! De vez en cuando, iré subiendo entradas como esta, que son pequeños textos que escribo para desahogarme. Hay días que publicaré capítulos ( como el de la infancia, la sociedad,...) y otros días publicaré estos pequeños textos, para tener un poco de todo.
Eso era todo, muchas gracias por leer mi blog. Espero que os guste mucho:)
PD: Se aceptan ideas.
Cristina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario