Nada nos puede parar. Somos definitivamente libres de hacer
lo que queramos. Solo hacemos caso de nuestro corazón; él sabe guiarnos por
buen camino, porque él es el único que sabe que es correcto para nosotros. Él
siempre está ahí, intentando llevarnos por el camino de la felicidad, de lo que
realmente nos hace felices. Pero a veces, no escuchamos lo que nos dice el
corazón. Pensamos en otras cosas para ocultar lo que él nos intenta decir. Y a
menudo, no le hacemos caso por culpa del miedo. El miedo oculta las palabras
del corazón y hace sentirnos inseguros de nosotros mismos.
Él es el único que
consigue pararnos y nos impide realizar o alcanzar nuestros sueños. Son tantas
las puertas que dejamos sin abrir por miedo a arriesgar… Los sueños mueren por
culpa del miedo. Tenemos miedo a equivocarnos, miedo a perder, miedo a sufrir,
miedo a renunciar, miedo a morir, miedo a vivir,… Y por miedo a todo eso, nos
estamos perdiendo los mejores momentos que nos presenta la vida.
Renunciamos a
encontrar la felicidad por miedo a cometer un algún error; pero de los errores
se aprende. Todo tiene algo bueno, algo positivo. Nada de lo que hagas será en
vano.
Al otro lado del miedo se esconde la libertad. No dejes que
el miedo controle tu vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario