La vida intenta ponernos a prueba día a día. Le gusta ver
que nos esforzarnos para alcanzar una meta; le gusta vernos sufrir y llorar por
haber perdido o no haber ganado algo; le gusta ver como nos las ingeniamos para
superar un obstáculo difícil en nuestras vidas;… pero con todo ello solo quiere
llegar a un único objetivo: ver si somos fuertes, si merecemos el regalo que
ella nos ha ofrecido, una vida.
Ella quiere ver si somos auténticos luchadores
que no se rinden pese a las circunstancias en las que nos encontremos, ya sea
una enfermedad mortal, una falta económica, o una terrible soledad. Quiere ver
si somos capaces de superar cada obstáculo que ella nos ponga en nuestro
camino. Aunque a veces digamos: “¿Por qué me pasa esto a mi?” ;“¿Por qué mi
vida es un desastre?” ;“¿Por qué vivo si todo me sale mal?”; piensa que la vida
te pone un nuevo reto que superar.
Y ella no quiere que te rindas, solo quiere
ver que eres capaz de superar ese reto, ver que has conseguido lo que te has
propuesto, ver que nada de lo que haces es en vano.
Todo pasa por algo. Las
casualidades no existen., por eso hay que pensar siempre en positivo. Hay que
ver el vaso siempre medio lleno, nunca medio vacío.
Si la vida ha decidido ponerte
un obstáculo en tu camino, es porque sabe que tú puedes conseguirlo. No hay
nada imposible. Solo hay que creer en uno mismo, tener fe y fuerza de voluntad.
Si otras personas han conseguido superar miles de cosas, ¿ por qué tu no? Nadie
es más que nadie, todos somos iguales. Por tanto, todos podemos luchar hasta el
final.